La sociedad es un mercado donde nos consumimos como empleados, como amantes, como parejas, como amigos. Y vamos reemplazándonos sin haber llegado a convivir plenamente en madurez, porque cambiamos de pareja, de amigos o família sin hacer en cada ocasión el necesario esfuerzo de cambiarnos -a nosotros mismos.
Tenemos todos los incentivos para prorrogar la adolescencia hasta las canas per ninguno para empezar a madurar, que es la aceptación de ese común vivir y envejecer juntos.
Javier Gomá.
La contra. La Vanguardia 23/12/2009