Un pequeño artículo de 52 palabras ha informado hoy de la muerte de 5 civiles en un ataque de la OTAN contra un grupo talibán en Afganistan.
Dos de las cinco víctimas eran unas niñas de 7 y 8 años.
La nota no refería nombres propios y tan sólo hablaba de 5 víctimas civiles anónimas, 2 de ellas menores y de 35 talibanes muertos.
La nota resumía sus muertes en cifras y lo hacía usando 52 palabras, artículos y preposiciones incluídas.
Unas vidas tan cortas ocupan poco espacio, también en la prensa.
domingo, 20 de junio de 2010
sábado, 5 de junio de 2010
PERDÓN
Ayer empecé la lectura de "Les veus del Pamano" de Jaume Cabré.
Se inicia el texto con una cita de Vladimir Jankélévitch, especialista en el estudio de la mala consciencia y la moral, que dice:
Hasta la cita bíblica perdonaba a los incautos!! (y sólo a ellos?).
Perdonar, al fín, es una práctica de élite. De alto rendimiento.
Leí unas páginas más que ya me han enganchado. Luego me dormí sabiendo que, en ese caso, no hay nada que yo pueda perdonar.
Me dormí un poco más cargada de rencor... supongo.
Se inicia el texto con una cita de Vladimir Jankélévitch, especialista en el estudio de la mala consciencia y la moral, que dice:
"Padre, no les perdones, porque saben lo que hacen"...
Los titulares de prensa de los últimos días más allá de lo que me queda por leer de la novela, dan más valor si cabe al sentido de esta cita que no sé es qué contexto fué escrita. Probablemente tenga que ver con el genocidio nazi contemporáneo al autor o con cualquier otro de los que se ilustra nuestro pasado reciente y nuestro presente imperfecto.
Sea cual sea el acto inspirador, cada día tenemos razones para plantearnos hasta qué punto el perdón va ligado a la ignorancia, a la inconsciencia del acto a perdonar.
Es más fácil perdonar a quien no sabe. A quién cometió desde la des-intención.
El perdón es muy profundo. El perdón. Borrón y cuenta nueva a tus actos y a tus palabras. A lo que hiciste y lo que digiste de lo que hiciste. A lo que dices una y otra vez, a lo que haces repetidamente. A lo que seguirás haciendo sabiendo lo que haces...
Es más fácil perdonar a quien no sabe. A quién cometió desde la des-intención.
El perdón es muy profundo. El perdón. Borrón y cuenta nueva a tus actos y a tus palabras. A lo que hiciste y lo que digiste de lo que hiciste. A lo que dices una y otra vez, a lo que haces repetidamente. A lo que seguirás haciendo sabiendo lo que haces...
Hasta la cita bíblica perdonaba a los incautos!! (y sólo a ellos?).
Perdonar, al fín, es una práctica de élite. De alto rendimiento.
Leí unas páginas más que ya me han enganchado. Luego me dormí sabiendo que, en ese caso, no hay nada que yo pueda perdonar.
Me dormí un poco más cargada de rencor... supongo.
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