lunes, 25 de octubre de 2010

LA IMPORTANCIA DE LAS COSAS

Corro para no perder el metro. He decidido hacer el trayecto más largo porque me esperan Mario Menkell, Beatriz Millares y Claudio Saldaña.

Me duele pensar que en cada viaje me quedo con un poco menos de ellos y me queda, cada vez, menos para acabarlos del todo.

"La importancia de las cosas" es la novela de Marta Rivera de la cruz que me tiene, literalmente (jiji) enganchada. Sólo su título, ya merece un aplauso.

Estoy deseando saber quién fué en realidad Fernando Montalvo y cuándo Mario y Beatriz se besaran por fin.

Me gustan las novelas que me atrapan, que me hacen cotidianos a sus personajes. Podrían ser conocidos, familiares o amigos. Podría saber de ellos más allá de cada página.

No tardaré en despedirme de todos y de la prestigiosa universidad privada Luis Camoens pero desde estas frases te presento a mis amigos y agradezco a Marta Rivera el hacerme feliz en los viajes subterráneos.

ENTRE MIS MANOS

Tengo entre mis manos muchas decepciones, bastantes desesperos y tristeza, violencias y agresiones, algunas alternativas pero pocas, engaños y tensiones, ilusiones y esperanzas y no demasiadas soluciones.

Si aprieto fuerte, se me clavan espinas y recorren mi palma pequeñas gotas rojas y escozores de limón.
Si las abro, generosas, se me escapan volando y no vuelven nunca. Además....dejo de poder dormir.

Caen sobre mis hombros el peso de cada história y de cada anónimo. Imagino bombillas de 40, luz amarilla y retransmisiones deportivas de domingo franquista.

Debo encontrar el punto justo entre el puño y la palma.
Encajar las manos con la presión exacta.

Mis manos son pequeñas. Siempre lo fueron. Casi infantiles. Pero no lo es su carga. Nunca lo fué.

sábado, 2 de octubre de 2010

PENSAMIENTOS VACÍOS




Si soy lo que pienso, si vivo de lo que pienso y es el pensamiento lo que conforma mi "estar"...., con probabilidad, tener o no tener ciertos pensamientos sea lo que determine mi felicidad.

Felicidad es igual a la suma del bienestar mas la consiencia. La consciencia del bienestar personal alcanzado. Es decir, soy feliz en la medida de mi consciencia, de mi reconocimiento, de mi saberme feliz.

Mi pensamiento puede hacerme infeliz. Es mi pensamiento recurrente el que me hace infeliz. El que me roba el bienestar que no desaparece de un momento al otro sinó que lo evaporo con las idas y venidas de mi mente...

No pensar demasiado. Buscar espacios de pensamiento cero...

Tolerancia cero a los malos pensamientos que encogen mi felicidad ganada día a día.

Meditar y buscar el espacio vacío. El "estar" verdadero.
(En la imagen, Matthieu Ricard: el hombre más feliz del mundo)