martes, 31 de agosto de 2010

CADA DIA MÁS LEJOS DE MI

Ella no me recuerda.
La visito y apenas me reconoce y fué quien me amamantó.

Hace meses que empecé a despedirme de ella porque ya no es quién fué y cada día está más lejos de mi.

Yo la persigo y me resisto a verla alejarse. Casi nunca consigo alcanzarla aunque a veces parece que me mire de reojo y me sonría pícara y cómplice.

Unas veces quiere que le recuerde mi nombre, otras me confunde con alguno de los personajes de sus recuerdos de pasado más remoto. Cuando abraza a mi hijo, eso sí, conserva su dulzura. Demostrar el amor no lo ha olvidado aunque a veces se enfada y es agresiva y está casi siempre malhumorada.

No me canso de ir a verla, de llamarla y de intentar no perder un minuto de su lucidez cada vez más mínima.

Sus lagunas ya son mares y sus ojos se pierden por un horizonte cada día más alejado de mí.

1 comentario:

  1. es triste imaginar esta situación... yo la viví con mis abuelos. El recuerdo vago de quien fuimos no debe abandonarnos nunca... De todas maneras, disfruta de su presencia aunque sea física. Yo hace 10 dias perdí a mi padre y lo que más añoro es poder besarle y tocarlo como antaño...

    ResponderEliminar