domingo, 18 de octubre de 2009

CONSUMIR PREFERENTEMENTE ANTES DE:

Extraigo de un chiste ilustrado por Jordi Labanda, la frase de una joven que le dice a otra:
"El amor debería ser como los yogures,
tener la fecha de caducidad bien clarita".

Al leerlo he pensado inmeditamente que, en realidad, por inistinto, esa fecha se sabe (año arriba, año abajo) desde el mismo momento en que el amor se da. Porque la intuición siempre tiene razón!!

Y no lo digo yo sola, eh? Los últimos descubrimientos neurológicos apuntan a afirmar que, la hasta ahora menospreciada intuición, pueda llegar a ser más valiosa que toneladas de información racionalmente procesada.

Del concepto de "inteligencia emocional" está deribando el concepto de "inteligencia intuitiva", y el neurólogo portugués Antonio Damasio, lejos del corazón, ubica las corazonadas y el sexto sentido, en una zona específica del cerebro llamada corteza cingulada.
Esa zona cerebral involucrada en la atención y en las emociones, convenientemente estimulada, entrenada y, por supuesto escuchada, puede funcionar como sistema de aviso.
Todos los sentidos, también la vista, el gusto, el tacto, el oído y el olfato deben educarse. Y como el resto, el sentido de la intuición, de no usarse, tiende a la atrófia.

El doctor y coach Siraj Bechich, refiriéndose a las corazonadas, afirma que sin excluir a la razón, el saber interior e innato trata de sumar para ganar en conocimiento y, finalmente, en sabiduría.

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