Se saltaron las normas y, finalmente, decidieron tener la cita de su vida.
Apetecía cenar fuera, en la terraza bajo las estrellas. Nadie alrededor.
Una noche fresca de verano se presentaba como el escenario perfecto.
Lo de menos era el menú aunque todo sabía delicioso. Buen vino y la mejor compañia.
Vestidos con esmero para la osasión. La noche más sexi.
Charla íntima. Miradas que traspasaban la ropa y la piel. Tacto? No, aún no.
Por ambas partes algun suspiro profundo y mudo imposibles de reprimir, eso sí.
La música de fondo y el sutil bailar cada vez más cerca. Sin prisa.
Esa música inspirada en un encuentro como este.
(clica este link para decorar el relato): http://www.youtube.com/watch?v=xuCpet4UKE8
La noche no había hecho más que empezar.
Pinta muy bien.
ResponderEliminarBesos.
¿cuando el capítulo siguiente? ... venga, venga publica ya ... que estoy intrigada! Un beso, Montse.
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