En Francia Nicolas Sarkozy ha decidido que, a partir de ahora, si ejerces la solidaridad ayudando directa o indirectamente a una persona indocumentada, caes en ilegalidad y, por ello, se penará el acto de ayuda con 5 años de cárcel y hasta 30.000 euros de multa.
Los mismos que mandan en Francia, y en el marco de toda una serie de "reformas sobre inmigración" han marcado un objectivo cifrado en "cazar" y detener a, al menos, 5500 personas al año por cometer esta infracción.
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De entrada, las palabras "delito" y "solidaridad" paracen incompatibles.
Criminalizar el gesto de ayudar a personas en situación de necesidad es tan paradójico como premiar a quien empuja ancianas por la calle y sólo puede caber en la cabeza y actos de gente de escasa ética global.
Esta medida pone en cuestión el lema: liberté, égalité, fraternité, dónde el ejercicio de los derechos naturales de cada ser humano no tiene otro límite que el de asegurar que todos miembros disfrutan de los mismos derechos y la fraternidad es un deber hacia los demás, principio de todas las expresiones de solidaridad universal.
El concepto de fraternidad impone tomar partido por el cuidado de los demás y trabajar para la mejora de su destino.
En época de re-definciones, re-formulaciones y re-fundaciones, tal vez estemos presenciando el inicio de la re-construcción del concepto de Humanidad. Sólo en el marco de una humanidad desnatulaizada tiene sentido una ley como esta.
Es tan ilegal la ayuda como inmoral la medida que la penaliza.
No es un presidente que me apasione, pero tiene carácter, idea de gobierno y orgullo.Algo de lo que escasea , en grado sumo, nuestro presidente.La República francesa, ha sido siempre tierra de acogimiento y solidaridad, pero no de caridad. Nunca se debe confundir la Caridad con la Solidaridad, son cosas distintas en todos lo sentidos, hasta en el etimológico.Escribes muy bien, con ideas, claridad y entusiasmo. Felicidades.
ResponderEliminarJosé María " El almirante ruina"
La intención no es comparar a líderes políticos.
ResponderEliminarSé distinguir muy bien entre ambos conceptos aunque se diferencien por sutiles matices.
En cualquier caso, penalizar tanto una como otra me parece igual de vergonzoso e inmoral.
Gracias por tu felicitación
Ya pueden vestir a la miseria moral con el traje jurídico que quieran.
ResponderEliminarEs una ley miserable, sólo bien vista por la gente a la que no le importa el dolor de los demás.
Recuerdos de Justiniano.