viernes, 10 de abril de 2009

cap X: RECONCILIAR(SE)

A menudo, el primer obstáculo es que la gente no puede reconciliarse con sus propias experiencias y necesita compartirlas con otros y que tomen una dimensión social.

Para muchas personas el hecho de darle nombre a aquello que es intolerable constituye en sí mismo una esperanza.
El hecho de que se conozca la experiencia vivida y la comunidad exprese su rechazo y pésame es un principio para la reconciliación con los propios sentimientos de odio, de ira y de necesidad de venganza.

"Quiero tener la oportunidad de ponerme en pie y contar mí historia. Quiero que la CVR escuche mí relato, conozca mí sufrimiento. Ayudaría a aliviar el dolor."
Entrevista a una víctima (Duduza, Sudáfrica, 21 de mayo de 1997)

Un ejemplo que abala esta reflexión la encontramos en la cultura maya (conflicto de Guatemala), donde los muertos son considerados parte de la comunidad y poseedores de otra forma de vida. Por eso es por lo que las exhumaciones constituyeron una posibilidad de restablecer parte de los vínculos rotos por la violencia.
En general, para muchas culturas, conocer lo que sucedió con sus familiares y seres queridos y tener un lugar donde irlos a velar está asociado con el cierre de un proceso de duelo, aunque esta certeza les confirme una muerte sospechada y temida durante más o menos tiempo y suponga también la aceptación de la impunidad en la que quedaron los hechos y los malhechores (este es el caso, por ejemplo de las fosas del silencio, que todavía se encuentran y que son testigo de la represión franquista durante la posguerra civil española).
En el caso de las poblaciones indígenas que sufrieron masacres y desapariciones (mapuches en Chile, por ejemplo), personas afectadas que pudieron recuperar los restos de sus familiares, pudieron mostrar su dolor con la intensidad y agresividad que les supuso enfrentarse de forma directa con la injusticia de la muerte. La ausencia de restos, en cambio, impedía la realización de ritos y ceremonias.

"En las familias que supieron de la muerte y además pudieron celebrar un entierro, en el caso de Guatemala, aparte de la tristeza por la muerte, dominaban los sentimientos de injusticia e ira por aquello que había pasado".
Carlos Martín Beristain, 1999

En las comisiones de la verdad o procesos de recuperación de la memoria, muchas personas se acercan a dar su testimonio para pedir justicia y castigo para los culpables que, en muchas ocasiones, son vecinos o personas conocidas.
En general no hay ánimo de venganza en las víctimas aunque la convivencia con los victimarios es un grave problema. (Casos de Guatemala, Sudàfrica, Chile, Argentina, Euskadi y España por ejemplo).

"No quiero que los agresores vayan a la cárcel. Podríamos sentarnos y hablar. Sólo quiero que me digan la verdad".
Entrevista a víctima (Duduza, Sudáfrica 11 de junio de 1997).

Asimismo para reconocer el padecimiento de las víctimas y aclarar algunos hechos, las comisiones de la verdad y otros procesos de reconciliación han podido reducir el número de mentiras que circulan sin que nadie las desmienta y también han aumentado la credibilidad de las víctimas.
El trabajo de reconciliación emocional de las sociedades y comunidades víctimas de guerras internas, tienen por objetivo la reconstrucción del tejido social para unir aquello que la vida ha separado y la violencia ha desgarrado.
No se pueden reparar las pérdidas pero se presenta un desafío a los espacios y al vacío que se han creado.

"La elaboración del trauma supone reconocer que ha quedado atrás, ir desalojando poco a poco el lastre del agravio y el resentimiento que nos mantiene enganchados a un ayer interminable."
(Ignatief, 1999).

Asumir la verdad en sociedades divididas después d un conflicto armado interno es un proceso complejo. La publicación de documentación, la recuperación de información escondida incluso durante años, el reencuentro con los fosos y el reencuentro entre víctimas es el primer paso para romper el silencio.
Pero revivir la historia polarizar la sociedad puesto que no se podrán obviar las consecuencias destapadas tras tanto tiempo en silencio. No se podrán obviar los hechos vividos ante las evidencias y hará falta, por una parte de la sociedad, el reconocimiento, la legitimidad del luto, la justicia y la reparación para conseguir un nuevo equilibrio social.

Los casos de Chile y Argentina, por ejemplo, evidencian esta necesidad de tomar medidas para acabar con largos periodos de impunidad y se puedan cerrar las heridas yendo más allá del esclarecimiento de la verdad.

Tú que me quieres... si me "desaparecieran" durante años... ¿querrías saber qué fué de mi?

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