Hoy he recibido el saludo afectuoso de un amigo que está lejos . Ha querido que supiera que pensaba en mi y que aún me desea lo mejor.
Los saludos desde lejos, son como señales de humo que actualizan el sentimiento de afecto, de amor o de deseo.
Es bonito hacer saber a alguien que se le recuerda. Lástima que en general seamos tan escasos en esos gestos. Curiosamente nos cuesta hacer saber: pienso en ti y lo hago desde el afeto, a pesar de que a todos nos cambia la cara cuando nos llega por sorpresa un saludo como ese. La cara, por cierto, se nos pone más bonita. Es el efecto de la alegría.
Sería una buena moda la de mandar mensajes para "saberse pensado", sin más. Ni con un motivo concreto, ni con una intención: ni para que me respondas ni para que nos veamos. Sólo para que te sepas pensad@ por mi.
Yo creo que la distancia no es el espacio, sinó el tiempo. Porque yo creo que, sin que te piensen, lo único que llega es el olvido.
Cada vez somos más fríos, es cierto, no sé porqué pero es así, ya ni exteriorizamos lo que sentimos.
ResponderEliminarNos vamos haciendo piedras.
Que pena.
Ah, Justiniano está dando saltos de alegría desde que se lo he dicho, parece un niño con zapatos nuevos. Mañana habrá más noticias de él en mi blog.
Besos.
Quizas la pereza se haga la dueña muchas veces de nuestos deseos.
ResponderEliminarMe gusta recordarte ...
Besos
La pereza es la que nos acaba matando y, entonces, es demasiado tarde para desperezarse.
ResponderEliminarMuchísimas veces anteponemos otras obligaciones a la amistad, un bien tan escaso hoy en día, quizás esperando comprensión del otro , por la falta de tiempo para llamar o escribir ,expresarnos, comunicarnos o incluso por vergüenza a sincerar nuestros sentimientos pensando que tras ese periodo de incomunicación más o menos largo por ambas partes la otra persona se ha olvidado de nosotros o incluso no comparte ya nuestros sentimientos. Debemos superar los prejuicios a emitir sentimientos de afecto, amor o amistad aunque no sean correspondidos.
ResponderEliminarCreo que como muy bien dices al 90 % se nos pone cara de felicidad . Por cierto (no) hace falta que te diga que te aprecio y te quiero .Blaumarí.